Perro Sánchez sale vivo... y las derechas alucinan
Las izquierdas han resistido. El bloque conservador se ha quedado muy lejos de sus expectativas triunfales. España no ha girado hacia la regresión reaccionaria, ni al negacionismo, el machismo y la anulación de derechos y libertades. Así de simple. Desde luego, el resultado del 23-J no será fácil de administrar, porque ahora o se pone en marcha una nueva edición del Gobierno progresista... o en diciembre volvemos a las urnas. Pero el peligro inminente ha sido conjurado. Qué alivio. Y qué risa ha dado ver la reacción de quienes ya habían vendido cien veces la piel del oso socialcomunista antes de cazarlo. ¿Qué ha pasado? Pues que la España demócrata se movilizó. Los progres, las progres, la gente normal en general, los grupos sociales más sensibles se activaron porque estaban viendo que se les venía encima un tsunami conservador, muy ultra y muy embravecido. Muchas personas de ideología izquierdista dejaron a un lado las sutilezas y los purismos y fueron a votar. Junto a Feijóo, Ab...